De una entrevista de la revista
Semana, veo un video donde han sido invitados tres escritores colombianos para
hablar de libros, de experiencias y de la nunca olvidada pregunta acerca del
compromiso social del escritor. Antonio Montoya, Ricardo Silva y Juan Gabriel
Vásquez. Antonio Montoya quizás no es Antonio Montoya pues no me acuerdo de su
nombre aunque ha escrito La Siempreviva.
Al final hablan de libros para recomendar y editoriales independientes,
entonces surge el nombre de la editorial Rey+Naranjo.
Entro a su página web, pues hoy lo que no tenga una no existe. La imagen de la
página es blanca, limpia, propio de un diseñador gráfico y de una fotógrafa,
los dos dueños. El catálogo de literatura es limitado, no así los libros de
comics, gráficos y de arte. Dentro del catálogo de literatura están Andres Burgos,
colombiano que he escuchado pero no leído y Luiz algo, o Luis Ferruzi. No sé.
Escritor Brasilero de padres italianos. Ahora no tengo internet para revisar y
precisar los datos. No hay internet en toda la ciudad. Debería escribir a mano,
en mi cuaderno rojo, pero caigo en la pereza y lo hago directamente en mi Sony
Vaio de un lustro que aún se niega al retiro.
El libro que publica Rey+Naranjo
se llama: Ellos se llaman caballos.
No. Ellos eran muchos caballos y el
escritor Luis Ruffato. Leo que es un recorrido por Sao Paulo a través de
viñetas, de historias cortas que forman la novela. Quizás este sea el libro que
pida traer de Colombia. Ahora me interesan más las ciudades pero a través de la
literatura, la ciudad narrada. La narración que nace de la vorágine de alegrías
y miedos que recorren las calles y avenidas. Las ciudades narradas. Ciudades en
expansión, ciudades en crecimiento. Pero también ciudades que mueren? Acaso
mueren las ciudades hoy? Leo hace unos días una crónica sobre Detroit titulada La ciudad que se encoge, y entonces se
narran las familias que se van y las casas que se abandonan, las que se come la
hierba y se pierden en los recuerdos que ahora vagan por otras ciudades que
ofrecen un futuro mejor. Ciudades que se encogen y otras que crecen. Sao Paulo
creciendo, desbordada u organizada, así como la quieren muchos y la quiso el
desaparecido Niemeyer. Brooklyn, New York, la ciudad de Teju Cole, el escritor
de Lagos, que a partir de los diecisiete años vive en Nueva York y que ha
escrito una novela que es un recorrido por la ciudad que conoce y que descubre
a través de los pasos de Julius, su personaje. La novela de Teju Cole titulada Open City.
Finalmente otro libro, no de ciudades pero que tiene lugar una vez más en Nueva York, la narración del ingreso a la locura de Susannah Cahalan, la periodista que sin entenderlo se desconecta y se ve en una clínica atendida como una loca. Similar al cuento de Garcia Marquez Solo vine a hablar por teléfono pero a mi juicio más creíble; aunque es natural pues la narración de Susannah Cahalan viene de su vida real, de su propia experiencia. Su libro Brain on Fire. My month of madness.
Finalmente otro libro, no de ciudades pero que tiene lugar una vez más en Nueva York, la narración del ingreso a la locura de Susannah Cahalan, la periodista que sin entenderlo se desconecta y se ve en una clínica atendida como una loca. Similar al cuento de Garcia Marquez Solo vine a hablar por teléfono pero a mi juicio más creíble; aunque es natural pues la narración de Susannah Cahalan viene de su vida real, de su propia experiencia. Su libro Brain on Fire. My month of madness.
Tres libros para leer: Ellos eran muchos caballos de Luis
Ruffato. Open City de Teju Cole. Brain on Fire de Susannah Cahalan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario